LA CAIDA DE LOS ANGELES
y LA CAIDA DE LOS HOMBRES

 

“SER COMO DIOSES”
ha sido la tentación siempre presente en la humanidad.
En nuestros días nos viene a través del

NEW AGE “PODER COMO DIOSES”
con la canalización de espíritus, comunicación con “ángeles”,
poder mental ...

curiosidades o deseos que el Maligno y sus ángeles caídos pueden aprovechar para hacernos caer igual que ellos.

El Catecismo de la Iglesia Católica, en uno de sus capítulos referidos a los Angeles (#391) nos enseña que en la voz seductora opuesta a Dios que hace caer a nuestros primeros padres -Adán y Eva- “la Escritura y la Tradición de la Iglesia ven en este ser a un ángel caído, llamado Satanás o Diablo”. Y continúa el Catecismo: “La Iglesia enseña que primero fue un ángel bueno, creado por Dios. El Diablo y los otros demonios (es decir, los ángeles caídos) fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismos, malos”.

Esta caída consistió en la elección libre que hicieron estos ángeles -antes buenos, ahora malos- precisamente por haber rechazado a Dios. Estos ángeles liderizados por Lucifer -que es el mismo Satanás, Belzebu, el Engañador, el Diablo- quisieron “ser como dioses” y el mismo Lucifer -por envidia, nos dice el Nuevo Catecismo- engañó a Eva y Adán con lo mismo: que podían “ser como dioses” (Génesis 3, 5).

Y es la misma idea que Satanás y sus ángeles caídos o demonios tratan de meter en la mente y el corazón de todos los hombres y mujeres de este mundo nuestro.

Ser como dioses”, tentación siempre presente a lo largo de la historia de la humanidad, pero presente aún con más fuerza -y, lo que es peor: con una gran aceptación- en nuestros días, especialmente por la nefasta propagación de errores a través del New Age.

El Papa Juan Pablo II, , nos adviertía en su Encíclica “El Esplendor de la Verdad” (#35) sobre una de las más comunes modalidades de ese querer “ser como dioses”: los hombres y mujeres de hoy pretender decidir por sí mismos sobre lo que es bueno y lo que es malo en materia moral, a pesar de “estar llamados a aceptar la ley moral que Dios les da ... que les propone en los mandamientos”.

Y pretender desobedecer alguno de los mandamientos de Dios -los 10 escritos en las tablas de la Ley, que aprendimos en el Catecismo de Primera Comunión- escudándonos en que Dios es amor, misericordia, perdón ... atributos reales de Dios, es olvidar otro de sus atributos: Dios es justicia perfecta e infinita.

Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, que no vino al mundo a anular el contenido del Antiguo Testamento, ni a abolir la Ley, sino a cumplirla y a darle su forma definitiva (Mateo 5, 17), nos resume los 10 Mandamientos en dos: “Amar a Dios con toda nuestra alma, con toda nuestra fuerza, con todo nuestro corazón, y al prójimo como a uno mismo” (Lucas 10,27).

Y amar a Dios como Jesucristo -el Hijo de Dios- nos lo pide, es buscar sólo Su Voluntad ... y no la nuestra. Es -entre otras cosas- no pretender jugar a “ser como dioses” a través de tantas prácticas promovidas por el New Age. Por ejemplo: tratando de comunicarnos con el mundo invisible, mediante el “channelling” o canalización de espíritus -nueva forma de llamar al espiritismo. O tratando de penetrar las esferas de lo oculto para conocer o controlar el futuro, o para tratar de influir en las personas o en las cosas, a través del poder mental, o de la brujería, o de la metafísica ... Curiosidades o deseos nuestros que puede aprovechar Satanás, el ángel caído de más alto rango, o cualquiera de los demás ángeles caídos o demonios, para hacernos caer igual que ellos cayeron: queriendo “ser como dioses”.

más sobre los Angeles

 

INDICE 9. - ¿Queremos ser como dios o amar a Dios?
AMNA
Buena Nueva.net