¿SON IGUALES
TODAS LAS RELIGIONES?
¿QUE TIENE DE DIFERENTE
EL CRISTIANISMO?

 

En todas las religiones el hombre busca a Dios. Pero ...
hay una diferencia esencial
entre el Cristianismo
y las demás religiones:

En el Cristianismo
Dios mismo viene en Persona
a buscar al hombre.

Esa Persona es JESUCRISTO,
el Dios-hecho-Hombre.
EL,
no sólo nos redimió y nos rescató,
sino que por EL
podemos llamar a ese Dios que todos buscamos
“PADRE”

 

¿Son iguales todas las religiones? ¿Dónde está la Verdad plena? ¿En qué radica la diferencia del Cristianismo con otras religiones?

Las respuestas a estas delicadas preguntas las daba el Papa Juan Pablo II en su Carta Apostólica “En el Umbral del Tercer Milenio” del 10-11-94, en la cual hace los siguientes planteamientos:

En todas las religiones se da el hecho de que el hombre busca a Dios. Y aquí encontramos el punto esencial por el que el Cristianismo se diferencia de las otras religiones: en éste no es sólo el hombre quien busca a Dios, sino es Dios quien viene en Persona a hablar de sí mismo al hombre y a mostrarle el camino para llegar a El.

Por eso dice San Juan: “A Dios nadie lo ha visto jamás; el Hijo Unico, que está en el seno del Padre, es quien lo dio a conocer” (Jn. 1, 18). Jesucristo, el Hijo Unico, el Dios-hecho-hombre, es la respuesta del anhelo que hay en todas las religiones de encontrar a Dios.

Con Jesucristo, en el Cristianismo, ya no sólo el hombre busca a Dios, sino que Dios habla al hombre. Y no sólo le habla, sino que lo busca. Y Dios busca al hombre con todo el amor y todo el interés con que sólo un Dios, que es PADRE, puede hacerlo. De esta búsqueda de Dios a Sus hijos nos habla Jesucristo en varios pasajes, entre los cuales el de la oveja perdida es uno de los más significativos. (Lc. 15, 1-7)

Dios busca al hombre movido por su corazón de PADRE. Y esta búsqueda tiene su punto culminante cuando el Hijo de Dios se hace hombre, cuando Jesucristo se hace uno igual a nosotros en todo, menos ? en el pecado.

La religión de la Encarnación -el Cristianismo- es la religión de la Redención. Con el sacrificio de Cristo somos redimidos, rescatados, y podemos considerarnos hijos de Dios y llamar a Dios “Padre”.

La religión que brota de la Encarnación -el Cristianismo- es la religión del permanecer en la intimidad con Dios, ese anhelo de felicidad inscrito por Dios mismo en cada una de sus creaturas. Así que, por ejemplo, buscar en la re-encarnación la forma para colmar la aspiración a vivir para siempre o de lograr redimirse uno mismo a través de sucesivas vidas terrenas, es negarnos la redención y la intimidad que Dios nos llama a tener con El. Por eso, y porque está negada en la Biblia (Sb. 7, 6 ­ Hb .9, 27), el Papa la refutaba en esta Carta Apostólica: “La revelación cristiana excluye la re-encarnación y habla de un cumplimiento que el hombre está llamado a realizar en el curso de una única existencia sobre la tierra”.

Así mismo se refería el Papa Juan Pablo II “a las confusiones relativas a la persona de Cristo”, como el “no distinguirlo bien de los fundadores de otras religiones, en las cuales también se encuentran elementos de verdad que la Iglesia considera con sincero respeto”. Estas confusiones pueden llevar a los cristianos a abandonar la Verdad plena por verdades parciales, a contaminarse con errores que los alejan de la Verdad que Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, vino a comunicarnos con Su vida, Su muerte y Su resurrección, que nos dejó en Su Palabra contenida en las Sagradas Escrituras y que la Iglesia nos recuerda con su Magisterio de más de 2.000 años.


INDICE 11. - La Re-encarnación negada en la Biblia
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